Siempre quise ir a LA

viernes, marzo 28, 2008

Lawrence de Arabia

Qué película. 3 horas 57 minutos, ahí es nada. Long story short, se trata de las hazañas de un oficial inglés durante la primera guerra mundial en lo que hoy es Siria, Jordania e Israel, entonces bajo dominio turco, a su vez aliados de Alemania. Lawrence es un hombre romántico y extravagante en busca de su identidad. Who am I?, se pregunta media docena de veces. Empeñado en causas tan perdidas como arriesgadas, decide regresar al terruño para llevar una vida plácida pero las arenas del desierto le arrastran de nuevo al frente. Como cualquier mito que se precie, Lawrence de Arabia pierde la vida en una remota carretera británica años después.

Yo soy consultor de vida plácida pero también tengo un desierto que me susurra al oído planes extravagantes. Ese desierto está en algún punto entre Sudamérica y África. Grande Lawrence.

miércoles, marzo 26, 2008

La ruta 66

Copio un fragmento de un email de Roque porque yo no sé describir mejor mi próxima (y final) aventura americana:

"La ruta es una clave en la no-memoria (por no vivida aún) colectiva de todos los freaks soñadores que andamos desconectados, perdidos unos de los otros en nuestra generacion. Este email une a tres.

La ruta, la ruta olvidada por una gran autopista que hace el mismo recorrido este a oeste estos dias la hace más mítica, más turística, más olvidada y más americana. El capitalismo la olvidó. No sólo es un viaje por el centro de la América olvidada, sino que la carretera es ya, en sí misma, parte del pasado. Un parque temático de diners, moteles y cabinas telefonicas. De sequedad, arena y sol.

Si no llevas a Elliott me dolerá. Creo que va de Bruce, va de Neil Young, de Dylan, de Patty Smith, de country, de jazz, be bop (grande "On the road"), de blues bibikingero... tienes tiempo, dale duro. Siempre hacia el oeste, como Lucky Luke."

Elías y Ramón

Por una cuestión de perspectiva, el escritor tiende a esquivar a los que le rodean en el tiempo o en la distancia, rehusando contar las historias protagonizadas por su círculo más cercano que acaban de suceder. No por constumbre extendida es menos injusto, de ahí que uno de mis últimos posts se inspire en quienes me acompañan cada día en la virada aventura californiana.

Elías y Ramón son sobre todo dos grandes personas que se dan a los demás de manera altruísta, virtud que escasea en general y en el medio empresarial en particular. En ocasiones, mi estilo exaltado y comprometido me hace sentirme el malo de la película a su lado. Con ellos comparto sueños, esperanzas y planes que se materializan, he aquí uno de los rasgos que separan la amistad del compañerismo. También hay espacio para la crítica recíproca y para el debate enardecido, fuente suprema de la superación. Su gran sentido del humor, diáfano y gutural, es la mejor medicina para esos días en que la suerte te vuelve la espalda.

Una de las sensaciones con las que dejo el MBA remite al conocimiento de mi propia persona. Creo que se lo debo a ellos.

Spago

Al salir por la puerta grande de Malibú decidí que era la noche ideal para visitar Spago, templo de la gastronomía angelina, dos estrellas Michelín. La ocasión requería de ese manirrotismo que no pocas veces me ataca y que, por fortuna, también narcotiza a los miembros del extinto sushi club, entre otros. Llegados a este punto, no puedo dejar de mencionar a mi amigo Gonzalo, adalid de mis inicios gastronómicos en Barcelona.

Spago tiene dos estancias típicamente californianas: el patio con palmeras, de inspiración morisca, y la sala central, abierta a los ventanales que desnudan la cocina de Wolfgang Puck, el factotum del lugar. Para empezar, champagne; mi libertad lo requería. Recobrado el pulso, pedimos el menú degustación: seis entrantes, un pescado, dos carnes y un postre. Y con cada plato, una copa de vino en consonancia. El parque de atracciones del vividor. El clímax de mis noches angelinas. La creatividad llevada al extremo. Arte de fácil consumo, no obstante.

La felicidad es como la inteligencia: admite dimensiones. Igual que se trata de alcanzar un equilibrio entre abstracción y emoción, la felicidad debe ser función del amor familiar y de pareja, la amistad duradera y recíproca, la plenitud profesional y la felicidad sensorial que proporciona la música, el fútbol, la lectura, los viajes, el sexo o la gastronomía. Grande California y viva la vida.

Luché contra la ley...

...y la ley perdió. O mejor dicho, un juez acostumbrado a tipos como Mr. Ceballos, (araña tatuada en el cuello, mostacho de narco, botas de serpiente) tuvo piedad de mí e hizo que el fiscal retirara los cargos por conducir sin licencia californiana y parar donde no se debía. Veredicto aparte, las tres horas que me pasé en la Corte de Malibú ayer fueron un curso acelerado de injusticia y realidad.

La idea básica es la siguiente: cuando uno cruza a nado el Río Grande porque en El Salvador hay guerra civil desde hace 20 años, se convierte en un ilegal, un alien. Cuando uno es un alien, no puede sacarse ninguna licencia. Si te paran sin licencia ni papeles, te mandan a juicio y allí te dan elegir entre dos semanas en el talego o mil pollos de multa. ¿Qué elige Mr. Ceballos, el hombre araña? Lógicamente talego. Y el talego lleva a Mr. Ceballos a traficar, reincidir... Vuelta a la corte. Nueva elección: ¿dos meses a la sombra o cinco mil verdes? Más talego.

El public defender o abogado de oficio es un tipo penoso que gasta trajes de "Ross dress for less". Tiene unos 40 años pero aparenta 20 más a causa de unas gafas dobladas y una corbata llena de mugre. El abogado de oficio no se lleva bien con el fiscal del distrito, recién salido de la escuela y con pinta de quarterback. Su traje es igualmente lamentable y encorsetado, pero al menos tiene aires de abogado caro, en alusión a los futbolistas caros que pinta Roque en Fútbol del Norte. El abogado de oficio defiende a Mr. Ceballos, el arácnido, con la ayuda de Manuela, una intérprete costarricense que se gana la vida traduciendo las plegarias de otros inmigrantes con menor suerte. Manuela es uno de los personajes más curiosos de la sala. Sus 40 años no le restan apenas atractivo a esas cinturas estrechas tan típicas de Centroamérica. Su rol psicológico es tan importante como el lingüístico. En el caso de Jason Pérez, 18 años, en posesión de pastillas cuando se saltó un stop, Manuela se comporta como la madre que a éste siempre le faltó.

miércoles, marzo 19, 2008

Un libro y dos pelis

El siempre sorprendente Vargas me ha regalado un libro en favor por el último de Reverte que le traje de España. Si la valía literaria pudiera cotizarse, el bueno de Vargas me habría cambiado un lingote de oro por una acción de Picking Pack. Como la amistad no entiende de finanzas, estoy saboreando un premio Nóbel mientras José disfruta del oficio del autor de "La Reina del Sur", libro-marco de nuestra amistad por otra parte: España, México, narcotráfico en Sinaloa y en el Estrecho, qué mas se puede pedir.

Octavio Paz es bueno, muy bueno. Su "Laberinto de la soledad" es una sesuda mas amena disquisición sobre el hecho mexicano, sobre la identidad de ese país-continente a caballo entre el yankee y el español. Escrito en 1950, no ha perdido un ápice de actualidad. A la par, responde muchas de las preguntas que mi pequeña obsesión por Latinoamérica se hace de vez en cuando. Por quien me lo ha regalado, por el contenido, por el momento, Octavio Paz pasa a engrosar mi lista de mitos. ¿Que quién más la integra? Probablemente gañanes como Noel Gallagher y José Mª Gutiérrez, divas como Diana Krall y Enya, genios como Woody Allen o Kandinsky. Algún día hablaré de mi lista de mitos. Espero que Roque, otro mitomaniaco, entre al trapo.

Ahora, dos pelis, ambas inglesas: "The bank job" e "In Brugges". Humor negro, sangre fría, elegancia, matones y atracadores. Bruma, pub, alcantarillas. Me gusta Inglaterra.

Pensando en la mudanza

Una mudanza siempre genera nostalgia, inventario, poesía. En mi caso, además, rutina. Oviedo, Barcelona, México, Madrid, Los Ángeles. Mis 5 ciudades. Londres y París también producen recuerdos imborrables, por supuesto. Así como Estocolmo, Copenhague, Lisboa. Y en otra nota, mucho más lúdica, Río, Bogotá. Lo cierto es que esta mudanza es mucho más rompedora que el resto. Por mi edad, por mis planes, por todo un poco. Y así me la he tomado: quiero deshacerme de todo y empezar de cero. Fuera muebles, coche, ropa, palos de golf, raqueta, neceser y cepillo de dientes. Tras infancia, adolescencia y juventud, el 25 de abril empieza, por fin, la etapa adulta. Me siento bien siendo consciente de estas cosas.

El futuro de mi blog

Esta aventura pseudo literaria está por terminar. Tres motivos: a) porque quien disfruta de nuestra suerte es quien tiene tiempo e historias que contar y a mí esa suerte se me acaba b) porque la responsabilidad es opuesta a la libertad literaria y c) porque es tiempo de moverse a otro registro. ¿Cuál? Probablemente el espitolar, aquel que me dio fama en mi infancia y que compartí con familia, novias adolescentes, coleccionistas de cromos de Isidoro. En un tiempo en el que el nexo cobra más importancia que los extremos (Facebook, Linkedin), quiero rebelarme contra el networking y profundizar en mi relación con los 20 ó 30 que me leen estas líneas. Es complementario, dirán muchos. Más allá de que teóricamente lo sea, se trata de enfoque, jerarquía. A partir de mayo, el blog se convertirá en una carta mensual.

Graduación

En la escuela el fin de curso se asociaba con la jornada contínua. Qué placer llegar cada mañana con el calorcillo primaveral. Todo el patio para nosotros hasta que el resto aparecía. Los del A contra los del B. Siempre B. El A solía ser amparo de repetidores y macarras rebotados de otros coles. El B representaba el rigor, la excelencia, Doña Nati, Don Servando y Doña Victoria, forjadores todos ellos del maestro en negocios en que me convertí el pasado lunes.

La jornada contínua implicaba terminar de recitar "Un soneto me manda hacer Violante / que en mi vida me he visto en tal aprieto / 14 versos dicen que es soneto / burla, bulando van ya tres delante" a eso de las 2 de la tarde, lo que daba paso al "Comedor / comedor / demolición", así, en plan ultra. El comedor lo regentaba una filipina de malas pulgas, Cari, cuya sola mención me pone nervioso. Cada cierto tiempo, un inspectorcillo (ignoro si del Principado o de la empresa que nos suministraba el lomo radiactivo y la ensalada con microbios) se acercaba a ver cómo nos iba. Se trataba de un personaje siniestro, enorme, vestido de negro. Respondía al nombre de Sindo ("Gumersindo de mierda" para Aurelio) y odiaba a los niños a tenor del fuego que profesaba su mirada. Menudo payaso. El comedor daba paso a la libertad. Dos, tres, cuatro o cinco horas para disfrutar de nuevo del patio, dejarse las suelas de mis Kelme Flot en el cemento-lija y hacer agujeros ("furacos", para la mayoría) en aquel mi primer chándal Nike (gris y rojo, chulísimo, regalo de mi madrina Charo). Y así todo el mes de junio hasta que nos daban el "boletín de evaluación", c'est à dire, las notas.

El fin de curso angelino no es muy diferente. En lugar de disfrutar del patio a mis anchas, tengo el privilegio de jugar al golf en días de diario con jubilados, pilotos que libran ese día y mantenidas en general. El comedor-demolición es ahora el garito que regenta Martha (Marta en su pasaporte mexicano), esa madre oficiosa que me da de comer cuando termino los 15 hoyos del campo de Westchester (los 3 restantes están bajo la pista L-23 del aeropuerto). El lomo radiactivo ha mutado (qué se podía esperar de ese isótopo que comí durante años) en quesadillas (lo que me hace recordar a los dos hermanos que me dieron de comer en México durante medio año pollo con quesillo de Oaxaca y a los argentinos del dulce de leche y la coca de lata de l'avinguda de les corts) y el sinvergüenza de Sindo responde ahora al nombre de George Abe, un gusano profesor empeñado en hacernos repetir nuestro último trabajo.

sábado, marzo 08, 2008

Terroristas

...y de nuevo terrorismo. Recuerdo cuando el terrorismo tenía cierto halo de macabra rebeldía juvenil, cuando descerebrados de coletilla y pendiente irlandés se dedicaban a quemar autobuses. Los chicos de la gasolina y sus hermanos mayores, los asesinos, eran algo coetáneo a mi generación, a mi país. Asquerosamente habitual.

Quizá debido a la distancia, los terroristas actuales, probablemente más jóvenes ya que yo (se me eriza el vello al escribir esto último), me inspiran imágenes en blanco y negro, o a lo sumo en el sepia propio de la transición. Es una paradoja curiosa. Yo ya soy más viejo, ellos son más jóvenes... pero están tan trasnochados y su existencia es tan ruín y miserable que no merecen sino lo que tienen: el rencor como memoria, la cobardía como ideal y el fracaso personal como último resultado. Y eso es lo que debería hacerles reflexionar: su degradación humana, su propio hundimiento en un sumidero psicológico, económico y social de consecuencias terribles para sus familiares, para su tierra, para todos.

Quizá sea tan solo una idea feliz sin mucha enjundia detrás, pero si yo fuera responsable de interior, entre mis medidas habría lugar para una campaña de comunicación que mostrara las consecuencias del terrorismo para los terroristas. Tristemente acostumbrados al dolor irreparable de viudas y huérfanas (Isaías, yo también me acuerdo de ti esta noche), mostrar la realidad de quienes un día toman el camino de las armas ayudaría desterrar las ideas violentas que por alguna razón extraña se forjan en uno de los rincones más bellos de España.

La jodida vida en el talego, su irremisible camino. ¿Les merece la pena?

Rosa, rosae

Ando estos días ocupado en planificar la mudanza de vuelta a casa. A falta de liquidez, bien invertida este verano en el Hyatt de Singapur (qué gran bar) y el Sheraton de Tokio (menudo spa), ahora se trata de quemar las naves y vender lo que resista el incendio; la tele, la consola y hasta el sofá rojo tienen ya precio.

En una de mis indagaciones me he topado con personalporter.com, empresa que se dedica a llevarte las maletas desde tu casa a donde uno desee sin tener que lidiar con facturación, seguridad, exceso de equipaje, extravíos... Clara sintonía con mis ideas epicúreas, por supuesto, ideas que me han llevado a condenast.com, editorial que publica no menos hedonistas revistas. De cualquier manera, todo ello me ha hecho reflexionar sobre (a la par que en el baño leía sobre los faraones negros del antiguo Egipto) la cantidad de blogs, revistas y charlas que debería consumir en lugar de tanto fútbol, combinables y basura mediática diversa.

Mi madre es una mujer que lee y llega a dominar el tema que se propone. No, no es éste un nuevio ejercicio adulador en busca de mis nuevos palos de golf, sino el reconocimiento a quien se maneja en el proceloso océano de las finanzas procedente del rosa-rosae, la Ilíada y la Odisea (qué caiga la vergüenza sobre mí: no las he leído). ¿Cómo lo hace? Porque lee, escucha, pregunta y se interesa. Me voy a Egipto en mayo. Por una vez, iré preparado. Como mi madre.

jueves, marzo 06, 2008

La universidad americana

Este país es grande porque permite que tipos medio descerebrados se dediquen al deporte durante 4 años para disfrute de todos los que pagamos la matrícula. Este país es grande porque permite que muchos científicos investiguen causas perdidas con la esperanza de que alguien, varias décadas más tarde, sea capaz de salvar vidas. Este país es grande porque sus habitantes son civilizados, respetuosos con las personas mayores, con el pasado. Hoy, me gusta América.

Acabo de ver ganar a mis UCLA Bruins contra Stanford. Partido disputado hasta el final, prórroga, demencia, 10.000 universitarios en directo y algún MBA, medio país por la tele nacional, animadoras, pizza recalentada en papel albal, jochos (mexicanismo para hot-dogs, perritos calientes), más las tradiciones de cada partido: Bruin vision, Who am eye, Bank of the West shooting contest (donde si la enchufas desde el medio campo te regalan la matrícula para el año que viene), "woosh" al lanzar un tiro libre, U-C-LLLLLLLL-A... El deporte por el deporte. Sin dinero, sin polémica, sin periodismo DE MIERDA. Para muestra un botón: las clasificaciones se hacen a partir de una encuesta semanal a los entrenadores. Y todo el mundo las respeta. Ganar es secundario, pues nadie pierde de vista que todo esto es parte de la experiencia universitaria. Gran país.

UCLA basa su poderío (el lunes serán número 1 nacional) en dos tipos: Darren Collison y Kevin Love. Darren es bajito, juega de base y es más negro que el carbón. Es muy rápido, buena muñeca, gran defensa. Es junior (21 años) y este es el año en que se juega su pase a la NBA. Yo creo que no tiene opción porque le falta físico. Sin embargo, el "sistema" permite que se dedique en cuerpo y alma al baloncesto sin recibir (ni pagar, claro) un duro a cambio. Su título de antropología nunca le valdrá de nada pero su ejemplo servirá para que otros negros lleguen a la universidad.

Kevin Love es freshman (18 años), enorme y blanquito. Su padre fue hombre NBA y su hijo va para estrella. Tira de 4 metros como nadie, se impone bajo el aro con sus 2.14m y es un ganador. No creo que aguante mucho en la escuela. Ojalá lo fichen los Lakers. Darren y Kevin pasan del dinero que pueden llegar a ganar. Pasean sin agobios por el campus y da gusto oírles hablar en la tele. Y todo gracias al "sistema".

Salgo del mítico Pauley Pavillion (el Bernabéu de las canchas universitarias, a escasos 10 minutos a pie de mi casa) y camino al lado de 3 adolescentes borrachos destino a su fraternity. Se cruzan con 3 chicas persas de pañuelo + gabardina y les espetan: "don't call yourselves Persians, you're from Iran". La universidad americana también puede llegar a dar asco.

miércoles, marzo 05, 2008

Las elecciones

Tomo prestada la correspondencia que me llega estos días:

Prieto,

Es lunes y llueve. Mala combinación. Como tú estás en La Siempre Soleada, ya no te acuerdas de lo que esto significa para un tipo que ayer era feliz en su huerta viendo el cielo azul y el paisaje invernal de la montaña.

Hoy debatimos. Como llevas una vida relajada con horarios flexibles, supongo que podrás ver a nuestros líderes reñir. Aquí estos días hay mucha Política; sin embargo, el tema ni se trata. Es un síntoma. Hay una trinchera abierta y cada uno se parapeta al otro lado. Hace sólo algunos años, era un foso y la gente le fue echando tierra hasta que casi era ya un pequeño surco testimonial que podía pasarse de un salto. Pero desde hace algún tiempo, volvieron las palas y abrieron otra vez el foso. Es un foso absurdo y no tiene ningún fundamento real, porque a uno y otro lado esta gente que defiende exactamente las mismas cosas. Es algo así como ser del Oviedo o del Sporting. Pero agitan las banderas con ímpetu y parece que seguimos en el siglo XIX, que no existan derechos civiles ni sociales, que el gobierno pueda caer en manos de curas y militares. No se dan cuenta de que el mundo está en manos de los que manejan los hilos de la pasta, o sea tú y tus compinches.

El PSOE tiene un equipo de campaña cojonudo. Tienen las ideas claras y saben a quién se dirigen. Mariano tiene un lamentable equipo de asesores. Tienen diez millones de votos y no dan un paso para ganar alguno más, porque tienen miedo de perder a la parroquia fiel. Si alguna vez gana esta derecha unas elecciones, no será por méritos propios sino porque los socialistas la cagan como cuando González, o como la va a cagar este cuando salga por segunda vez dentro de una semana. No hay duda de que habrá segundo mandato. Lo del empate técnico es la mayor gilipollez que he oido nunca, porque todos los votos de todos los partidos pequeños hay que sumarlos en el haber de Zapatero que con pólvora ajena, es decir con nuestra pasta y nuestro patrimonio nacional, es capaz de comprar todas las voluntades que haga falta.

Zapatero es el prototipo de hombre contemporáneo. No tiene principios ni ideología ni moral. Este camino lo empezó González al que le sale la pastra por las orejas y es el amigo de las mayores fortunas relámpago que imaginarte puedas. Pero Zapatero es un alumno aventajado, porque su inmoralidad es visceral. Se maneja perfectamente en ese terreno, porque le sale de dentro.

Esa falta de moral es lo que a mí me da miedo, porque no es que algunos políticos por no decir casi todos carezcan de conciencia; es que la sociedad cada vez se aleja más de cualquier tipo de valores que no sean los del vivir bien, trabajar poco y no comprometerse con nada que requiera esfuerzo. Los programas de TV van en esa línea y transpasan cualquier norma. Los modelos que nos proponen son esos. ¿Qué sociedad tendremos dentro de treinta años? Quién va a respetar las ideas o las propiedades del vecino. Quién respetará alguna norma por pequeña y ridícula que sea.

Mira que lo digo veces: cuando la revolución francesa se cargó a los curas, sustituyó la moral católica por la moral cívica. Aquí ni una cosa ni otra ni la contraria. Estamos en manos de unos tipos que le dicen a la gente solo lo que quiere oir. No hay pedagogía por parte de los políticos, para decirle al personal incluso cosas molestas pero reales.

Hace unos años que el PSOE echó al PP a la caverna de la ultraderecha, y el PP no supo defenderse y reciclar la carcundia. Ahora tenemos a un registrador de la propiedad con pinta de buena persona y que recoge votos de los más fachas, de la conferencia episcopal, de los católicos conservadores, de los liberales ateos y de los rojos renegados. ¡Como para hacer propuestas concretas a esa tropa!. Los otros en cambio, son modernos. No se sabe muy bien lo que es eso, pero es divertido. Es juvenil, desenfadado, alegre, la vida es en colores y no como en el NODO de aquellos años tristes del franquismo. Enfín, que no hay duda. Entre el registrador de la propiedad, y ese cuyo oficio nadie conoce, no hay duda: Zapatero.

American grafitti

Qué clásico. Película obligatoria para todo aquel que, próximo a la treintena, desea recuperar por un par de horas al feliz adolescente que descubría el alcohol, la fuerza de la pandilla, las mujeres, la libertad fuera de casa. "Aquellos maravillosos años" condensados en 117 minutos.

Hay 3 años que han marcado mi vida: 1999, mi último año en Oviedo, Interrail; 2003, trabajo, México; 2007, vuelta al mundo, MBA, vida en pareja. ¿Qué deparará 2011?

martes, marzo 04, 2008

Ideas en mitad de la noche

Ceno en casa de José y Regina con la excusa de preparar el viaje a Egipto. Redescubro que la afinidad que siento por muchos de mis amigos es producto de una forma concreta de disfrutar de la vida: la inquietud.