Siempre quise ir a LA

miércoles, marzo 26, 2008

Elías y Ramón

Por una cuestión de perspectiva, el escritor tiende a esquivar a los que le rodean en el tiempo o en la distancia, rehusando contar las historias protagonizadas por su círculo más cercano que acaban de suceder. No por constumbre extendida es menos injusto, de ahí que uno de mis últimos posts se inspire en quienes me acompañan cada día en la virada aventura californiana.

Elías y Ramón son sobre todo dos grandes personas que se dan a los demás de manera altruísta, virtud que escasea en general y en el medio empresarial en particular. En ocasiones, mi estilo exaltado y comprometido me hace sentirme el malo de la película a su lado. Con ellos comparto sueños, esperanzas y planes que se materializan, he aquí uno de los rasgos que separan la amistad del compañerismo. También hay espacio para la crítica recíproca y para el debate enardecido, fuente suprema de la superación. Su gran sentido del humor, diáfano y gutural, es la mejor medicina para esos días en que la suerte te vuelve la espalda.

Una de las sensaciones con las que dejo el MBA remite al conocimiento de mi propia persona. Creo que se lo debo a ellos.