Siempre quise ir a LA

miércoles, diciembre 13, 2006

Las Navidades

El martes que viene emprendo un curioso viaje: de Vancouver a Zamora en 36 horas pasando por Los Ángeles, Londres y Madrid. A continuación, León, Madrid, Florencia, Madrid, Oviedo, Madrid, Londres y Los Ángeles otra vez.

Cuadros de diciembre en Oviedo y LA


Tracy Chapman

El otro decía que algunas canciones del pasado ya no toman la altura que acostumbraban. A la música de Tracy Chapman le ocurre lo contrario.

domingo, diciembre 10, 2006

Siempre quise ir a LA 2.0

Me gustaría compartir el blog con más gente y dar un giro a "Siempre quise ir a LA". Actualmente recibo unas 20-30 visitas diarias y si alguno de vosotros se anima, el efecto red que podríamos lograr sería bárbaro...

viernes, diciembre 08, 2006

Oasis

Cuando iba a Irlanda y a Inglaterra los veranos siempre me traía discos. Era como si quisiera que aquellos míticos días quedaran registrados de forma indeleble. Con 12 años, justo antes de ir, Emilio Aragón y las canciones de Grease componían mi repertorio. El primer disco que me compré fue un Greatest Hits de los Beach Boys. No recuerdo cuando los escuché por primera vez ni la verdadera razón por la que me compré el disco. Pero fue mi primer disco, todavía lo tengo y sigue sonando igual de refrescante que entonces. Claro que entonces aquellas canciones lograban mucha más altura debido a mi ignorancia musical y a la adolescencia, igualmente ignorante.

Los Beach Boys representaron un punto de inflexión en mi cultura musical. A medio camino entre los Beatles, el rock and roll de los 50 y los primeros atisbos de punk californiano, aquel disco me abrío el camino para que meses más tarde empezara mi colección con los Anthology, Green Day, Rancid... y Oasis.

No olvidaré jamás el pub de Teignmouth (Inglaterra) donde escuché por primera vez el que creo que es mi mejor disco: What's the story (Morning Glory)? Era el lugar donde los españoles íbamos cada noche. Jugábamos al billar en una de esas mesas cuyas bolas son rojas y naranjas y no exceden el tamaño de una de golf. Esas de tapete inclinado y tacos rotos. No recuerdo si bebíamos ya gin-tonics o si eso vino después. El caso es que pedíamos siempre el mismo disco y ese era el de Oasis. Cada vez que lo pongo y suenan las primeras notas de Hello! o Some might say sigo sintiendo lo mismo... Una sensación parecida al primer beso, el primer viaje, la primera novia. Una sensación de descubrimiento que ahora pretendo emular, sin conseguirlo de igual forma, viajando a lugares lejanos y viendo pelis raras. Nada como ese pub y ese disco.

Se han ido 12 años desde entonces. Para Oasis y para mí, claro. De tener la edad que yo tengo ahora han pasado a rozar la cuarentena, tener hijos, divorciarse, dejar las drogas. Por mi parte, he estudiado una carrera, llevo 7 años viviendo fuera de casa, he tenido varias novias, he visitado unos 35 países, tengo casi 300 discos originales y he visto al Real ganar 3 copas de europa, 2 intercontinentales, 1 supercopa de europa y 2 ligas en 4 años, algo que mi padre no había visto en 32. Me he hecho mayor, sé lo que quiero y a quien quiero. Tengo 5 ó 6 amigos muy buenos y 10 ó 12 de mucha confianza... He sido feliz allá donde he vivido. Oasis acaba de sacar un disco retrospectivo que recomiendo por supuesto a todo aquel que lea estas lineas. Como ellos, para mí también es momento de mirar hacia atrás, parar los relojes y seguir soñando con otros 12 años viviendo para siempre a una velocidad supersonica mientras Lyla se pierde en una supernova de champagne y yo diseño el plan maestro para el futuro.

domingo, diciembre 03, 2006

Al teatro

Anoche fui a ver el musical que se hizo hace algunos años sobre "El Rey León". Y es buenísimo, claro, como todo lo que se hace en este país cuando la gente está predispuesta al pago. Es admirable cómo se arriesga el dinero para cuidar los detalles del vestuario, el decorado. Único.

Pero lo interesante de ayer fue, una vez más, observar a la gente que en este caso venía al teatro. Me gusta el teatro porque democratiza la sociedad. Entre 20 y 80 dólares cabe mucha gente, muchísima. Creo que ayer vi por fin una muestra representativa de quienes componen esta ciudad, y no me refiero solo a la mezcla racial, tan ausente en Santa Mónica y en general en el noroeste de Los Ángeles. Me refiero a aquellos para quienes acercarse a Hollywood Boulevard representaba una ocasión inolvidable o por el contrario, una simple tarde de sábado. Todos vimos el mismo espectáculo y a todos nos encantó. Ojalá hubiera muchas más cosas así.