Siempre quise ir a LA

domingo, febrero 24, 2008

A la Eurocopa

Pues sí, a Elías y a mí nos tocó la lotería de las entradas y estaremos en Austria y Suiza con entradas para todos los partidos que juegue España a partir del 8 de junio. Nuestra idea es alquilar una autocaravana, por experiencia y por comodidad. Todo termina como empezó este periplo de 9 años alrededor del mundo: a lo cutre y en Europa. Y con las ilusiones renovadas, con millones de experiencias, fotos, vídeos, anécdotas en la mochila... Y con la sensación de que el mundo sigue al alcance de mis manos y que lejos de envejecer aún, cada día me siento un poco más joven. Mientras, suena un clásico: Friend of Mine, de Grateful Dead. Canela en rama.

Asueto en la siempre soleada

Desde que volví de Navidad, los días de sol se cuentan con las manos. O así le parece al californiano acostumbrado a climas mejores. Lo cierto es que a mi habitual asueto rayano con la molicie, le sumo ahora la imposibilidad de jugar al golf o ir a la playa. Todo ello se traduce en varias actividades inconexas: partidos de los Lakers, sesiones dobles en el cine (que nadie vaya a ver Vantage Point, por favor), tardes en la cocina en pos del tartare perfecto, guiones de cine (creo que he encontrado mi verdadero estilo literario; frases cortas, escaso compromiso con la sintaxis, observación e imaginación)... Poco golf, ya digo.

Un último ejercicio en esta época de perreo pretende comprobar el valor de Facebook. He revisado todas mis operaciones con tarjeta en lo que llevamos de febrero. La mayoría son de tipo "supervivencia", donde mis elecciones son mayoritariamente impulsivas o rutinarias. Luego hay varios partidos de baloncesto y ópera, elecciones monopolísticas puesto que sólo hay unos Lakers y un Othello. Los restaurantes y las copas son o han sido recomendaciones directas de amigos directos. Al igual que las películas. Incluso la música que compro en iTunes es lo que Carina toca en su guitarra o Amanda tiene en su iPod. La conclusión: nada de lo que hago se basa en las preferencias del ciberespacio o de amigos lejanos con los que no puedo participar en esas experiencias directamente. Y eso que yo soy el personaje ideal para caer en las redes sociales: alto poder adquisitivo, educación, viajes, etc.

Hoy, 24 de febrero de 2008, pronostico el crash de Internet 2.0.

Vail, Colorado

Se suponía que sería un viaje a la nieve con todos los de Mckinsey que andamos desperdigados por aquí, pero ya se sabe cómo son estas cosas. Al final, Carina se trajo gente de Columbia y yo de UCLA. Todos en una casa para 14 personas en un pueblecito afanado en parecerse a Kitzbühel, Davos o cualquier estación pija de los Alpes. Así es América, en lo bueno y en lo malo: una imitación del viejo mundo. Y encima nos dan lecciones de vinos. Y luego Australia y Sudáfrica son la pera y al final uno pasa por allí y se lleva una gran decepción, pero eso es harina de otro costal.

Porque lo que de verdad importó en Colorado fue la reafirmación de dos ideas bien sencillas. Primero, la diferencia entre los amigos de verdad y los conocidos. Segundo, la importancia de que tu pareja sea lista, educada, viajada y self-standing. Y hasta ahí puedo leer. Un último apunte: qué bien toca Carina la guitarra (y canta). Y qué envidia.

sábado, febrero 09, 2008

Aquel garito

Transcribo el estribillo de una de las canciones que forman el top 25 de la discografía itunera de Carina. Se títula "Aquel garito" y es una creación de Javi Cantero, hijo del fallecido Fari, que en gloria esté. Descubro, sorprendido, que también forma parte de mis canciones favoritas. Que Elvis Costello y The Shins me perdonen:

"Qué mala noche que pasamos hasta las 3
pero a partir de las 3
todo fue más bonito

Estuvimos 3 horas
sin saber lo que hacer
hasta que llegamos
a aquel garito"

Pre-o trip

En esta semana tan llena de eventos, el martes vivimos una velada de las que desafían la concepción generalmente pobre que tenemos de los americanos. La cita fue en casa de Mandy, y la compañía, los participantes en el aventurero viaje a Sequoia National Park con el que empezamos el MBA en 2006. Todo el mundo llegó con su mejor versión. Juan Matute, curiósamente incapaz de articular palabra en el idioma imperial, se mostró enamorado de la freak orgánica de la promoción, empeñada en reciclar hasta las uñas de los pies. Mike de la Rosa, igualmente iletrado en castellano, personifica el sueño americano, la talla XXL, el viajar sin haber viajado... pero también la bisoñez propia de los honestos y la bondad allá donde se necesite. Amanda nos enseñó en clave subconsciente el último ejemplar de Southern Life. Recetas de invierno, papel de pared en tonos ocres, trucos para el jardín y un adelanto de posibles ideas para San Valentín. Heather aportó la sofisticación del este y la reivindicación de la ascendencia europea. Golf, vinos, música independiente, Nepal, Camboya.

En definitiva, y si nos quedamos con esta muestra tan poco representativa, concluiríamos que el americano medio es un tipo enamoradizo, altruísta, familiar y culto. Y que no habla una palabra de español. Nada más lejos de la realidad.

El Mex

El Mex investiga con peces y erizos la forma de decirle a las células que hagan ésto o lo otro. La cuestión es que para ello hay que venirse a la siempre soleada California. Novia, visados, becas, aplicaciones, coches, seguros, alquileres, depósitos... La tortuosa rutina del inmigrante sobrado de talento al que la ley iguala con maleantes venidos de la extinta URSS con no poco oscuras intenciones...

Luché contra la ley...

...y veremos quién gana. Un policía me para en Malibú por no respetar un semáforo apagado en zona de obras (¿?). Registration, insurance and driving license. Aparece mi careto etarra en la cartulina fuxia expedida en Barcelona el día de mi onomástica. En dos minutos recibo un traffic citation para declarar ante un juez e intentar demostrar que puedo conducir con mi licencia patria. La ley me ampara, no así el procedimiento, caótico como pocos.

En un par de horas muevo mis hilos y hablo con 3 abogados, una estudiante de derecho, dos policías (rebeldes) y un ex convicto. El diagnóstico parece claro: un par de cientos de dólares y a otra cosa mariposa. Yo encantado... pero ello no es impedimento para que de vez en cuando piense en la canción de Loquillo inspirada en un clásico americano de los años 50: "Luché contra la ley... y la ley ganó".

Eli, Aurora y Carina

Este fin de semana he recibido ilustres visitas desde la costa este. Tres mujeres distintas y auténticas. Eli es dulce, sensata, tímida, elegante, distinguida. Aurora aporta la sofisticación without the attitude típicamente barcelonesa. Inteligente, mordaz en ocasiones, siempre interesante. Una belleza clásica, marmórea. Carina es espontánea, ácida, irreverente, optimista. Juntas agotan cualquier catálogo de virtudes. Gracias por venir.