Siempre quise ir a LA

sábado, febrero 09, 2008

Pre-o trip

En esta semana tan llena de eventos, el martes vivimos una velada de las que desafían la concepción generalmente pobre que tenemos de los americanos. La cita fue en casa de Mandy, y la compañía, los participantes en el aventurero viaje a Sequoia National Park con el que empezamos el MBA en 2006. Todo el mundo llegó con su mejor versión. Juan Matute, curiósamente incapaz de articular palabra en el idioma imperial, se mostró enamorado de la freak orgánica de la promoción, empeñada en reciclar hasta las uñas de los pies. Mike de la Rosa, igualmente iletrado en castellano, personifica el sueño americano, la talla XXL, el viajar sin haber viajado... pero también la bisoñez propia de los honestos y la bondad allá donde se necesite. Amanda nos enseñó en clave subconsciente el último ejemplar de Southern Life. Recetas de invierno, papel de pared en tonos ocres, trucos para el jardín y un adelanto de posibles ideas para San Valentín. Heather aportó la sofisticación del este y la reivindicación de la ascendencia europea. Golf, vinos, música independiente, Nepal, Camboya.

En definitiva, y si nos quedamos con esta muestra tan poco representativa, concluiríamos que el americano medio es un tipo enamoradizo, altruísta, familiar y culto. Y que no habla una palabra de español. Nada más lejos de la realidad.