Siempre quise ir a LA

domingo, febrero 24, 2008

Asueto en la siempre soleada

Desde que volví de Navidad, los días de sol se cuentan con las manos. O así le parece al californiano acostumbrado a climas mejores. Lo cierto es que a mi habitual asueto rayano con la molicie, le sumo ahora la imposibilidad de jugar al golf o ir a la playa. Todo ello se traduce en varias actividades inconexas: partidos de los Lakers, sesiones dobles en el cine (que nadie vaya a ver Vantage Point, por favor), tardes en la cocina en pos del tartare perfecto, guiones de cine (creo que he encontrado mi verdadero estilo literario; frases cortas, escaso compromiso con la sintaxis, observación e imaginación)... Poco golf, ya digo.

Un último ejercicio en esta época de perreo pretende comprobar el valor de Facebook. He revisado todas mis operaciones con tarjeta en lo que llevamos de febrero. La mayoría son de tipo "supervivencia", donde mis elecciones son mayoritariamente impulsivas o rutinarias. Luego hay varios partidos de baloncesto y ópera, elecciones monopolísticas puesto que sólo hay unos Lakers y un Othello. Los restaurantes y las copas son o han sido recomendaciones directas de amigos directos. Al igual que las películas. Incluso la música que compro en iTunes es lo que Carina toca en su guitarra o Amanda tiene en su iPod. La conclusión: nada de lo que hago se basa en las preferencias del ciberespacio o de amigos lejanos con los que no puedo participar en esas experiencias directamente. Y eso que yo soy el personaje ideal para caer en las redes sociales: alto poder adquisitivo, educación, viajes, etc.

Hoy, 24 de febrero de 2008, pronostico el crash de Internet 2.0.