Siempre quise ir a LA

jueves, febrero 22, 2007

La felicidad de un padre con su hija

La foto que mandé donde Isabel está en primer plano fue mi primer momento a solas con mi hija. El privilegio de unos pocos minutos de intimidad y complicidad. Estaba en la incubadora, y aunque los libros dicen que todavía no pueden ver, ningún médico me convencerá de que mi hija no sabía que enfrente tenía a su padre. En ese momento, ni sentimiento de responsabilidad, ni agobios frente al cambio de vida, ni nada parecido. Tampoco, a decir verdad, la anticipación de cumpleaños, juegos y otros momentos alegres. Sencillamente, pura felicidad, congelada en esos ojos azules que se fijaban en mi y donde reconocía algo de los mios. Para mí, ser padre serán siempre en parte esos pocos minutos.