Siempre quise ir a LA

domingo, octubre 01, 2006

Aunque soy un emigrante...

Ayer me fui de brunch con mi amiga Amanda. Mandy es sureña, de Carolina del Norte, y ha vivido mucho tiempo en Nueva York y también en Londres. Mandy está viajada y tiene mundo. No recuerdo cómo se llamaba el local. En la guía venía descrito como ecléctico-excéntrico. Muy angelino. De cualquier modo, no teníamos mesa reservada y me valí una vez más de la conexión latina para saltarnos la lista de espera.

Lo cierto es que le pedí a la camarera (inconfundiblemente colombiana) que nos hiciera un huequecito. Sonrisa proporcional a sus postizas pestañas. La colombiana gestionaba el trajín de las mesas con la ayuda de un hombre de mediana edad, también sudamericano, cuyo origen concreto no supe determinar. El cometido de ambos era limpiar y montar mesas a la velocidad del rayo. La rubia de delgadez alarmante era la encargada de sentarte, tomarte nota y servirte. El cobro era territorio exclusivo de la viejecita que regentaba el local.

Estuve discutiendo con Mandy sobre la especialización de tareas, la polarización de la sociedad, los flujos migratorios en general... No quiero que España acabe así.